Hoy, 26 de junio, día internacional en apoyo a las víctimas de la tortura es un buen momento para desenmascarar a los responsables de la tortura «de casa».
Arkaute ha sido el centro de tortura principal de la Ertzaintza, donde encerraban a las personas detenidas en incomunicación. El «Basque Torture Center».
Durante el mandato del consejero de interior Javier Balza y del consejero de justicia Joseba Azkarraga torturaron a unas 130 personas. Mientras ellos lo negaban y mantenían su “plena confianza” en la Ertzaintza.
¿Qué podemos decir del suelo ético de Urkullu? Mientras fue presidente de la Comisión de Derechos Humanos, de 1999 a 2007, no hizo el mínimo gesto para aclarar alguno de los 125 casos de tortura que correspondían a la policía controlada por su partido en el gobierno.
Y qué se podía esperar de las fuerzas de ocupación del PSOE cuando tomaron el gobierno vascongado. El consejero Rodolfo Ares puso una querella contra dos abogados por denunciar torturas y mintió al juez al asegurarle que la Ertzaintza no torturaba.
El ex director de la Ertzaintza y ahora concejal del PNV en Zarautz Gervasio Gabirondo ha mentido al pueblo que le paga: «estoy seguro, la Ertzaintza nunca ha torturado. Nunca. Su actuación siempre ha sido limpia”.
El ex jefe de la Ertzaintza (y responsable del operativo que mató a Iñigo Cabacas) Jorge Aldekoa, «olvidando» cientos de casos y sin vergüenza, ensalzó sus medidas de prevención de la tortura: «Yo sé lo que sé y sé lo que creo, jamás he tolerado un caso de tortura, jamás».
¿Qué podemos decir de los sindicatos policiales que niegan la realidad? El secretario de ERNE, al que han votado el 35,5% de los ertzainas, Roberto Seijo dijo que “es una auténtica mentira” que haya habido más de 300 casos de tortura en la Ertzaintza.
SIPE, que obtuvo el 7,55% de representación, amenazó con “acciones judiciales” si en el informe sobre la tortura del equipo de Paco Etxeberria se decía que hubiera habido un solo caso. El informe dice que son, como mínimo, 336. ¿A qué esperan?
El silencio de los medios de “comunicación” ha sido cómplice de la tortura. Aquí @eitb suavizando la responsabilidad de los torturadores ”de casa”.
La desfachatez de Josu Jon Imaz, en 2002: las denuncias de tortura ”carecen de cualquier fundamento”, “no tienen mayor credibilidad que las realizadas en ocasiones anteriores”, “posiblemente estén buscando justificar algún tipo de posible delito contra la propia Ertzaintza”.
No han sido unos agentes haciendo la guerra por su cuenta, sino una estrategia política de Estado. Torturan los funcionarios a los que el gobierno da impunidad.
En 2002 el criminal de guerra Donald Rumsfeld autorizó interrogatorios de 20 horas, ser desnudados, utilizar fobias y posiciones de estrés durante 4 horas. Pidió por escrito aumentar las horas de pie a 8-10 diarias. En Arkaute han utilizado técnicas similares a las de Guantánamo.
¿Quién autorizó a la Ertzaintza la técnica de posturas de estrés como obligar a estar de pie durante horas? «¿Es lo mismo tener de pie a una persona en un interrogatorio o lo que pueda ser la práctica de la bolsa o la práctica de electrodos?»
Juan Calvo Azabal, 42 años, murió en Arkaute el 20 de agosto de 1993: 35 marcas de porra, 22 golpes, hematomas en los testículos, heridas en la cabeza, bañado en gas lacrimógeno… Ningún policía fue a la cárcel.
«Nuestros gritos se oían en toda la comisaría, pero los sistemas de prevención y los sistemas de grabación supuestamente instalados no funcionaron. Ningún compañero del torturador alzo la voz para contar lo sucedido y para pararlo…” (Berria)
Gaizka Gañan: «Sufrí golpes, no muy fuertes pero sí efectivos, estuve en posturas muy forzadas y después de obligarme a hacer ejercicios, me los daban en sitios precisos». (Berria)
Andeka Jurado: «También me pega con el puño y la mano abierta en la espalda y la cabeza. Me insultaba, me amenazó de muerte, cuando iba a beber agua me dijo que me iba a meter la pata de la banqueta por el culo. Obligado a estar contra una esquina…» boltxe.eus/2014/06/sare-y
Manex Castro: «Te hemos pillado. Ahora vas a cantar todo. Te vamos a meter una manguera por el culo. Vamos a detener a tu madre, la vamos a violar». aiurri.eus/amasa-villabon
Justo Arriola: «Me tiraron al suelo y entre varios policías me desnudaron a la fuerza rompiéndome la ropa. Un ertzaina me dio un fuerte golpe en las costillas dejándome sin respiración, dos torazos y más de treinta porrazos…” (Borroka garaia da)
El testimonio de Naiara Mallabia prueba que el protocolo para detenidos incomunicados que puso en marcha el gobierno vasco era papel mojado.
En 2010, siete años después de puesto en marcha el supuesto “modelo preventivo” de la Ertzaintza, las personas detenidas seguían sufriendo malos tratos.