Buscan a toda costa la derrota de Hamás, de hacerse con todo el territorio de Palestina, en definitiva. Pero saben que eso no es fácil o, más bien, imposible mientras exista un palestino.
El régimen sionista cerró todos los pasos fronterizos hacia Gaza y suspendió el ingreso de ayuda humanitaria y médica. Esto sucedió el 2 de marzo, semanas antes de que violara el alto el fuego.
Ahora, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, ha subrayado que impediran la entrada de toda ayuda humanitaria en la asediada Franja de Gaza. El genocida Bezalel Smotrich ha expresado al diario israelí Yedioth Ahronoth: “Ni siquiera un grano de trigo entrará en Gaza”.
Mientras tanto, intentando hacer ver que hacen algo pero sin hacer nada los jefes de seis agencias de la ONU hicieron un llamado urgente a los líderes mundiales para que tomen medidas inmediatas que permitan la entrada de ayuda en Gaza.
Se trata de OCHA, UNICEF, UNOPS, el PMA y la OMS. Estas, mediante un comunicado, han expresado: “Con el endurecimiento del bloqueo israelí, que ya entra en su segundo mes, apelamos a una acción firme, urgente y decidida para garantizar que se respeten los principios fundamentales del derecho humanitario internacional”.
Papel mojado. Si quisieran hacer algo de verdad para ayudar al pueblo de Palestina, lo primero que deberían hacer es exigir la expulsión de Israel de todas las organizaciones internacionales, incluida la ONU. ¿Qué hace un Estado genocida en una organización que supuestamente trata de gobernar el mundo?