Médicos Sin Fronteras está horrorizada por el reciente bombardeo del hospital Ahli Arab de la ciudad de Gaza, que atendía a pacientes y acogía a gazatíes desplazados. Según los informes, han muerto cientos de personas. Se trata de una masacre. Es absolutamente inaceptable.
«Estábamos operando en el hospital, hubo una fuerte explosión y el techo cayó sobre el quirófano. Esto es una masacre», afirma el doctor Ghassan Abu Sittah, médico de MSF en Gaza.
Nada justifica este espantoso ataque contra un hospital y sus numerosos pacientes y trabajadores sanitarios, así como contra las personas que buscaban refugio allí. Los hospitales no son un objetivo. Este derramamiento de sangre debe terminar. Ya basta.