Esta semana el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León anunciaba nada más y nada menos que 36 nuevas salas de apuestas. Como si fuese el premio gordo de Navidad se iba anunciando la cantidad que iba cayendo en cada provincia.
7 en Valladolid, 6 en Salamanca, 4 en Burgos, León, Palencia y Zamora, 3 en Segovia y Soria y 1 en Ávila. Pero de esas 36 nuevas concesiones no todo son salas de apuestas, hay un nuevo concepto dentro de esta nueva adjudicación “córners de apuestas en salones de juego”. Básicamente son rincones para apostar en lo que antes eran únicamente bingos, salones con tragaperras…
Un problema político
Cuentan Luís Díez y Daniel Díez Carpintero en su libro “¡Jugad, jugad, malditos!” cómo el Partido Popular de Castilla y León ha tejido redes con las empresas del juego. Uno de los más destacados en estas despreciables maniobras es Andrés José Ayala Sánchez quien curiosamente fue el jefe de ética del Partido Popular, pero hay muchos más ejemplos en su libro. Todo huele a posibles financiaciones irregulares y prevaricadores en el Partido Popular. Pero el PSOE no se queda atrás. Podemos recordar como el que hoy es el garante progresista de moda, José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó la llama Ley de Regulación del Juego. Esa Ley fue la que abrió allá por 2011 la veda y con la que comenzó la lacra de las apuestas. También podemos hablar del “XVI Congreso del juego de Castilla y León” que se celebró durante 2019 en la provincia de Burgos, concretamente en Aranda de Duero. A este evento organizado por la patronal del juego acudieron numerosos políticos, entre ellos también dirigentes del PSOE de Castilla y León.
eldiariodevurgos