El constructor y mecenas Joan de Saridakis, falleció en 1963 y su viuda, tal y como había acordado con su esposo, cedió, a través de un contrato de donación en 1965, el edificio de Marivent, su contenido y los terrenos, al pueblo balear (por eso Marivent, a diferencia de otros inmuebles y la Almudaina, también en Mallorca, no pertenece a Patrimonio Nacional sino a la Comunidad Autónoma de Baleares) . En el mismo se estipulaba lo siguiente: «Que los bienes donados debían destinarse a perpetuidad a la instalación de un museo de arte provincial y servicios culturales y de enseñanza y adiestramiento artístico complementario» y «que si la residencia de Marivent no se destinaba al uso deseado por el fallecido pintor y su esposa durante un período superior a seis meses, el palacio debía ser devuelto a su donante o a sus herederos ». Esto no se hizo jamás, el heredero lo máximo que pudo ser es vaciar las obras de arte y muebles pero… Patrimonio Nacional inmediatamente los sustituyó. El gasto realizado no fue nunca comunicado.
A pesar de lo pactado, el 4 de agosto de 1973, los príncipes de España, Juan Carlos y Sofía, llegaron a Can Saridakis para tomar posesión de la finca como residencia veraniega. La princesa Sofía se convirtió inmediatamente en la reina de Marivent, un título virtual que hoy sigue ostentando.
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