Decenas de miles de votantes se acercarán a las urnas el domingo con la nariz tapada desde sus casas. Lo hacen con la excusa de que el bloque PP/Vox no gane las elecciones. El PSOE siempre ha apelado al «argumento» del mal menor donde no llega a atraer un voto ilusionante para su causa socialdemócrata. Sucede que el desencanto y la desilusión golpea fuerte en muchos barrios, porque el PSOE es el partido que más años ha gobernado desde la muerte de Franco, y el camino al «socialismo obrero», como dicen sus siglas, es una engañifa perfectamente demostrada. Hay quien dice -con cierta razón- que el más interesado con la presencia de Vox en las urnas, es la propia socialdemocracia para poder apelar al miedo, al dichoso mal menor embaucador. Hemos repetido que el domingo el PSOE se presenta con dos papeletas, la propia y la de Sumar. Si no gusta uno tengo el otro. Ambos no esconden sus sonrisas, sintonías y golpecitos en la espalda como adelanto de un acuerdo que quieren repetir para seguir dentro del sistema con reformas y buen rollito. El propio Sánchez recordó hace unos días que el acuerdo con Sumar sería más fácil que con Podemos. Vamos, que no se presentan juntos en las elecciones por una cuestión táctica de no abandonar a las personas de izquierdas, necesitan sus votos del «mal menor». En el caso, por ejemplo, de la OTAN, ¿Cuál es el mal menor? porque Sumar tampoco pide en su programa salirnos de esa banda armada criminal. Quizá sea proponer un calibre diferente de sus balas y misiles y debatir si bombardeamos de mañana o de noche, y no como pide la derecha que es matar y después preguntar. Contra el mal menor apostamos por el bien mayor, esto es, por la lucha en las calles contra el capitalismo y el fascismo. Nos vemos el 24J.