El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado su último informe de estabilidad financiera[1], advirtiendo sobre los elevados niveles de deuda en varios países europeos y la debilidad persistente del crecimiento económico. Países como Italia, Francia, Grecia y España están especialmente en riesgo debido a sus altos niveles de deuda y los crecientes costos para pagarla, lo que deja poco margen para enfrentar nuevas crisis. Christine Lagarde, presidenta del BCE, advirtió recientemente que, sin un cambio significativo en las políticas económicas, Europa no podrá mantener su modelo de estado del bienestar ni abordar los retos del cambio climático y la inversión en defensa para poder ayudar a Ucrania.
El informe refleja que el crecimiento económico en Europa será más lento de lo esperado debido a la baja productividad, la pérdida de competitividad y el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia. Además, el riesgo de una guerra comercial, tras la reelección de Donald Trump en EE. UU., podría empeorar aún más la situación económica. Ante estos desafíos, Lagarde subrayó que la UE no podrá generar la riqueza necesaria para sostener la economía si no impulsa reformas que recuperen su competitividad y adapten su economía a un entorno global cada vez más polarizado.
Para ello, el BCE aboga por la aplicación de políticas fiscales más estrictas, como recortar el gasto público para así centrar los recursos en prioridades estratégicas como la transición ecológica y la seguridad. Para evitar un declive económico más profundo, la presidenta del BCE abogó por una mayor integración económica y por definir a Europa como una única economía con intereses compartidos, dejando atrás la visión de una “club de economías independientes”.
[1] https://www.ecb.europa.eu/press/financial-stability-publications/fsr/html/ecb.fsr202411~dd60fc02c3.es.html