La empresa H&M planteó un ERE para 588 trabajadores. Como buenos subordinados CC.OO y UGT se sentaron en la mesa de negociación para que fueran algunos menos, y evitar que saltara por los aires su gran conquista: la paz social. Reuniones y reuniones hasta conseguir que esa cifra se modificara hasta los 492 trabajadores. Un logro que habrán festejado con champán y que tapará la cantidad de trabajadores que en realidad quería H&M despedir antes de «negociar». El llamado sindicalismo mayoritario tiene, en este sentido, una hoja de servicio (nunca mejor dicho) de lo más lamentable.