Si no fuera que detrás estará la formación del gobierno patrio, el asunto de quién tiene más diputados dispuestos a apoyar a uno u otro, se no antojaría casi como un juego infantil. El PP de Feijóo intenta estirar los apoyos pero no llega a los 176. La suma de PP, Vox, UPN y CCanaria no le da y a partir de ahí compra y posible venta de votos, eso sí, todo muy democrático. El PNV pese a ser tan de derechas como el propio PP tiene elecciones en el País Vasco en unos meses y la sola idea de estar al lado de Vox podría significar un cataclismo electoral sin remedio. Aparte ellos -y salvo un tamayazo, esto es, que cinco diputados del PSOE voten a Feijóo para salvar a España del comunismo tal como clama la prensa reaccionaria- no hay más. Osease, toca paripé real (Zarzuela) hasta que Pedro aparezca con el lobo (la venganza de Puigdemont es histórica) y llegue a los anhelados 176 escaños. Imaginamos lo tranquilo que está el poder con estas cuitas menores de los aspirantes a administrar su cortijo.