La prensa económica viene informando de la compra convulsiva de oro en los últimos tiempos por parte de los bancos centrales. Expansión habla de «fiebre del oro en los bancos centrales (acumulando) más de 2,6 billones de dólares» tras 14 años de crecimiento sostenido en las compras del metal precioso. El enlace-vídeo que ponemos más abajo plantea la pregunta de qué estará pasando para que eso ocurra.
Desde hace tiempo en estas humildes páginas venimos sosteniendo que el dólar, que desde los años 70 pasó a jugar el rol del oro, en realidad no puede sustraerse a su condición de papel moneda que cada vez cuenta con menos respaldo de valor real. Un respaldo forzado, el que aún sigue teniendo, que lo consigue artificialmente con la constante desestabilización bélica mundial a fin de mantener una hegemonía que no se sostiene en términos meramente económicos.
Pero como ni a EEUU ni al llamado Occidente colectivo las cosas les están saliendo como quisieran, la incertidumbre sube enteros; también sobre la salud de los acuerdos de Bretton Woods y, en definitiva, del todo el edificio institucional financiero y comercial montado tras la Segunda Guerra Mundial. Ante la eventualidad de que los ríos de papel (moneda) vuelvan a sus cauces, más vale curarse en… oro.