L. Castro
Ucrania enfrenta una inminente crisis financiera, situación que podría llevar a la nación de Europa del este a partir del 1 de agosto a incurrir en el impago de los servicios de la deuda generada durante dos años, en caso que no se acuerde una reestructuración de la deuda con los acreedores, según refiere The Economist.
El medio señala que los pagos aplazados representan el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) de Ucrania anualmente, costos que se convertirían en el segundo mayor gasto presupuestario después de la defensa.
Ante este escenario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que Ucrania acepte la cancelación de una parte de la deuda, aunque es poco probable que se alcance un acuerdo en el tiempo que queda.
En febrero de 2022, los tenedores de bonos le permitieron a Ucrania suspender los pagos de la deuda por dos años en vista del conflicto con Rusia. Sin embargo, este acuerdo expira el 1 de agosto.
En caso que el Gobierno de Volodímir Zelenski declare la cesación de pagos, esta decisión indicará una alarmante falta de fe entre los inversores privados en los compromisos de Occidente.
The Economist también afirma que, sin un acuerdo, Ucrania tiene dos opciones. Una de ellas es acordar ampliar la moratoria, como se hizo con los acreedores oficiales, hasta 2027, mientras que la otra alternativa es declarar el default.
Esta última medida puede parecer radical, pero la diferencia de impacto entre estos escenarios es leve. En cualquier caso, Ucrania no reanudará los pagos.
Los tenedores de bonos también se muestran escépticos respecto de los planes de recuperación a largo plazo de Ucrania. En su opinión, la reestructuración será el primero de muchos intentos de los aliados de Ucrania de trasladar la carga financiera del conflicto y los costos de la reconstrucción al sector privado.
Por otra parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, informó este martes que su país anunciará una ayuda adicional de 2.300 millones de dólares para la seguridad de Ucrania, que incluirá armas contra tanques, interceptores y municiones para los sistemas de misiles Patriot y otros sistemas de defensa antiaérea, según refiere AP News.