Aleida Guevara, hija del Guerrillero Heroico, el comandante Ernesto Che Guevara, ha participado en el evento de los embajadores del retorno palestino, celebrado este lunes en Beirut, la capital de Líbano.
El evento, organizado por la Campaña Global por el derecho al retorno del pueblo de Palestina convocó además a representantes de Chile, Australia, Francia, Indonesia, Jordania, Suiza, Siria, Venezuela, Irán, Pakistán, Escocia, Kuwait, Argentina e Irak.
La doctora cubana e internacionalista ha criticado el silencio del mundo ante los crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población palestina por el régimen de Israel.
Lo ha hecho durante su intervención en la sesión matutina, insistiendo en la necesidad de alcanzar la unidad y coordinar acciones en todas las latitudes y en los diferentes espacios para llegar al mayor número de personas posibles con el fin de defender la dignidad y entereza del pueblo palestino.
Aleida Guevara, ha subrayado que Palestina requiere de la solidaridad de todos como el Che pedía, en el sentido de vivir junto al pueblo, compartir la realidad cotidiana y enfrentar codo con codo su propia vida.
También ha mostrado su admiración hacia el pueblo palestino por su lucha y firmeza durante más de siete décadas de ocupación israelí.
Junto a otras personas de España, Sudáfrica, Túnez, India, Argelia y Líbano recibirán en Beirut la distinción de Embajadores de la causa palestina con el objetivo de fortalecer la defensa de este pueblo por su independencia, soberanía y libertad.
Este es el texto íntegro leído por Aleida Guevara:
Estimados compañeros y compañeras.
Hermanos todos.
Para mí es muy difícil hablar de Palestina de forma tranquila, la verdad es que a esta altura de la vida, me molesta hablar del Retorno de Palestina, cuando en buena ley deberíamos estar hablando del desarrollo de Palestina, de los nuevos proyectos para la construcción de viviendas en su territorio nacional, de planes de enriquecimiento de sus suelos para hacerlos más fértiles, de los proyectos de planes para la alimentación del pueblo palestino, en fin, tendríamos que estar hablando en plena tierra palestina.
Cuántos años de enfrentamientos, cuántos años de sufrimientos, cuántos crímenes de lesa humanidad cometidos contra un pueblo cuyo único delito fue verse forzado a compartir parte de su territorio con otro pueblo que prácticamente había sido borrado de la faz de la tierra y que poco a poco fue usando sus riquezas y su influencia internacional para ir desplazándolos.
Me da mucha pena la pérdida de memoria de todo un pueblo, que olvidó por completo los crímenes cometidos contra ellos por el simple hecho de ser judíos y que hoy los practican con total impunidad sobre el pueblo vecino.
Por qué todavía hoy hablamos del retorno de Palestina, por qué no hemos sido capaces de apoyar más a este pueblo hermano, por qué el mundo parece estar sordo y ciego ante semejante crimen. ¿Qué nos falta? Fuerza, nos falta fuerza, y para alcanzar esa fuerza necesaria necesitamos unidad, coordinar acciones en todas latitudes, en todos los espacios posibles, llegar al mayor número posible de personas, tocar sus sentimientos, si no somos capaces de esto, no podremos cambiar la realidad que día a día consume la alegría de un pueblo, su dignidad y su entereza.
Decía el poeta peruano César Vallejo que había un cuerpo que estaba muriendo, a su alrededor se iban uniendo personas, pero el cuerpo seguía muriendo, hasta que toda la humanidad estuvo a su lado fue que el cuerpo reaccionó y comenzó a andar y eso es lo que necesita Palestina, que todas y todos estemos a su lado y esa es la solidaridad que el Che nos pedía, no la que se le brindaba a un gladiador en el circo romano, sino la de vivir junto a ese pueblo su realidad cotidiana y enfrentar codo con codo su propia vida.
Este es mi mayor anhelo, que como un bloque humano trabajemos en pos de un objetivo común, la soberanía, la estabilidad y el desarrollo del pueblo palestino.
Cuántas imágenes pasan por nuestra conciencia cuando hablamos de este pueblo, cuanto atropello, cuanta injusticias, cuanta impotencia. Por todos los que no están físicamente presentes, por los compañeros injustamente prisioneros, por los que lloran a sus seres queridos, pero permanecen firmes y en pie de lucha, me comprometo.
Por una Palestina en plenitud de facultades como pueblo libre y soberano, por una Palestina donde sus niños crezcan con tranquilidad y alegría, por Palestina como dueña de sus tierras y sus fronteras, por esa Palestina lucharemos hasta la victoria y venceremos.