La llamada «Princesa Leonor» acudió vestida de militar a la recepción en el Palacio Real (hecho que ha traído polémica porque se estima que tendría que haber asistido de civil). Y trabajó a destajo: tuvo que participar en el tradicional ‘besamanos’ con los más de 2.000 invitados para la ocasión.
Los Borbones se detuvieron con la embajadora de Israel en España, Rodica Gardian-Gordon, con la que mantuvieron un breve diálogo para darle el pésame.