El recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei viaja en estos días a EE.UU e Israel a abrazarse con sus dos referentes. El odio anticomunista lo invade y lo expresa a diario, recordemos que hace poco más de un año era invitado al encuentro Viva, organizado por Vox en Madrid, donde pronunciaba estas palabras: “En 1989 cayó el muro de la vergüenza [el de Berlín] y aplastó a los zurdos, pero siguen contaminando nuestra sociedad. […] Todo lo que tocan lo arruinan y lo empobrecen”, y exaltó a la multitud: “¡Vamos contra los zurdos!” Un ejemplo de la ira anticomunista que sacude la psiquis de este personaje es una anécdota ocurrida con una vecina que compartía edificio con el presidente electo ofreció su testimonio sobre las ocasiones en las que se había cruzado con el economista en el ascensor. Según el relato de la mujer, en un viaje al décimo piso, Milei le explicó que era profesor de economía y que en sus clases hablaba de Adam Smith. La vecina le preguntó si también introducía a Keynes. En ese momento él explotó de ira y le propinó una retahíla de agravios como “comunista de mierda” o “hija de puta”.