En política, el etiquetado que les otorgan o se otorgan algunos protagonistas es, cuando menos, curioso. Todo el mundo sabe que (así lo expresa el diccionario) el centro es el “punto o lugar que está en medio, más o menos equidistante de los límites o extremos”.
Sobra decir que si se está en el centro no se puede estar en la izquierda o en la derecha al mismo tiempo. ¿Por qué decimos esto? Pues porque el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, fue entrevistado ayer por Radio Euskadi y ubicó al PNV en el “centro derecha”.
El PNV es un partido de derechas sin adjetivos, independientemente de cómo lo califique Otegi. Sus políticas, sobre todo las económicas, no dejan lugar a otros lecturas. En los últimos años, en aras de desbancarle de Lakua al PNV, la coalición coordinada por Arnaldo Otegi (EH Bildu) cada vez se parece más al mayor partido de la burguesía vasca, ese que con más ahínco la defiende; sencillamente porque es parte intrínseca de la misma.
¿Quizás por eso atenúa la verdadera condición ideológica del partido presidido por Andoni Ortuzar? ¿Quizás por eso también se empeña EH Bildu en hacernos creer que el PSOE es un partido de izquierdas? Eso es lo que viene señalando en los últimos años que tanto le apoya, a pesar de que dijeron que iban a Madrid a “tumbar al régimen”. ¡Como si el partido de los GAL no fuera pilar fundamental del mismo! ¿Ayudando a fortalecer de manera sistemática a uno de sus más importantes pilares se puede tumbar al régimen?
Aseguró Otegi en la citada entrevista que aspiran a ganar el Gobierno Vasco (lo llaman así, a pesar de que sólo es el Ejecutivo de tres provincias de las siete que tiene Euskal Herria), “sin ansiedades ni especiales obsesiones ni especiales prisas”.
Lo de intentar ganar está más que claro; lo que ya no está tanto es que lo estén intentando “sin ansiedades ni especiales obsesiones ni especiales prisas”. Todo parece indicar que es justo lo contrario.
Aunque obviamente no la reconozca, EH Bildu se está derechizando. No pocas actitudes que hace no tanto tiempo criticaban al PNV, ahora las abanderan ellos mismos sin rubor alguno. No cabe duda, sin embargo, de que su derechización les está dando buen resultado para su Coalición-Empresa. A medida que avanzan en su decadencia ideológica, aumenta el apoyo de la ciudadanía a través de las urnas.
Lamentablemente, este hecho demuestra que una parte bastante significativa de la sociedad vasca tiene alma burguesa. La Izquierda Abertzale (Sortu), integrada en EH Bildu, se ha convertido en la formación política de la aristocracia obrera.
Sí, pudiera ser que su candidato (Otegi u otra persona) sea próximamente el inquilino de Ajuria Enea. Con su histórica bandera hace tiempo arriada, la pregunta que debemos hacernos es: ¿para qué? Pueden imaginarse la respuesta.
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