El pasado 6 de diciembre la Constitución española cumplió 46 años y el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, quiso presentarse como lo que no es, ya que, en realidad, la coalición que dirige apoya de manera sistemática al gobierno de España.
Otegi publicó en su cuenta X este mensaje:
“Un día como el de hoy, Euskal Herria no respaldó esa Constitución, además de decir no a la OTAN en referéndum. Se nos debe respeto tanto por nuestra condición de nación como en las decisiones que adoptamos de forma libre y democrática”.
Tiene razón en que Euskal Herria (el sur, más bien) no respaldó la Constitución, ya que en este territorio sólo votó a favor el 30% de los censados, y el otro 70% se decantó por el no y la abstención, que superó el 55%. Y también tiene razón en que en el mismo lugar se dijo NO a la OTAN. Efectivamente, en el sur de Euskal Herria el No a la permanencia en dicha organización terrorista fue del 60%. El voto negativo en Gipuzkoa del 68,2%; en Bizkaia 59,5% en Araba y 52,7% en Nafarroa.
Pero, aunque tiene razón en esto, se le debe señalar algo muy importante que ¿se le olvida? Su rechazo a la Carta Magna resulta un tanto hipócrita cuando sabemos que apoya al gobierno español que la impone. Por si esto fuera poco, sólo unos días antes, el portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Peio Otxandiano, dijo muy claro: “Es el momento de avanzar hacia un estado confederal dentro de la Constitución”. Entonces, ¿la rechazan o no la rechazan?
Igualmente, hipócrita es hacer bandera del resultado del referéndum contra la permanencia en la OTAN, celebrado el 12 de marzo de 1986, cuando apoya a un gobierno tan otanista como es el de Pedro Sánchez, que ha aumentado considerablemente el presupuesto militar y se ha involucrado en guerras imperialistas de la mano de la OTAN, organización terrorista a la que cada vez le muestra más sumisión y le concede más dinero.
Otegi también pide respeto “por nuestra condición de nación” al mismo tiempo que apoya al gobierno que no sólo la irrespeta, sino que además niega su existencia.
El mencionado tiene cara, todo parece indicar que vergüenza ninguna.
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