Con el compromiso que siempre ha caracterizado a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba desde su fundación en 1961, ratificamos la firme convicción de estar al servicio de la Patria.
En las horas que vive la nación, la cultura y el arte son valores sustanciales para contribuir de manera activa a la recuperación del país. Los creadores son parte indispensable de la comunidad, del barrio, de la sociedad y es allí, en el espacio en el cual su obra contribuye a enriquecer y mejorar la condición humana y la esencia humanista que defendemos, donde está su auténtica valía.
La vocación de servicio social de la “Unión” ha sido y es parte fundamental de la labor de los escritores y artistas. Juntos podemos vencer obstáculos y desafíos desde la participación activa en la reconstrucción de las comunidades y su tejido cultural.
Los padres de esta nación depositaron en sus hijos los más altos valores humanistas y solidarios. El espíritu fidelista de unidad nos guía en este momento en el que los creadores, como afirmará el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la clausura del IX Congreso de la UNEAC, “deberán ser, como siempre, como pidió Fidel en Palabras a los intelectuales: más que espectadores, actores”.