El gobierno de la UE, dirigido por la derechista alemana Úrsula Von der Leyen, lo conforman los conservadores, liberales y socialdemócratas.
Entre estas tres «familias» se reparten las llamadas Comisarías (nunca mejor dicho), es decir, los ministerios.
Los socialdemócratas tendrán apenas una, y consensuaron que sería la ministra española Teresa Ribera.
El PP, lejos de hacer un gesto patriótico del que hacen gala permanentemente, les ha podido más que Ribera es del PSOE, y no apoya a la ministra de Sánchez para el cargo. El teatrillo hay que alimentarlo, les va en ello -a los dos- su supervivencia.
No se habla del programa del próximo ejecutivo, ¿para qué? Es conocido, mantenimiento riguroso del estabishment, el austericidio, el apoyo a la OTAN y a los nazis de Ucrania, el amor por la gran banca… . Por tanto, da igual quién lo vaya a aplicar.
La idea de cambiar la política de la U.E desde dentro, con europarlamentarias y europarlamentarios revolucionarios es, en sí mismo un fraude que permite a alguna que otra organización de izquierda reformista sobrevivir económicamente.
Esperamos el show del falso bipartidismo de la semana que viene. No hace falta ni estar muy atentos.