Una niña de unos 10 años fue atropellada el lunes 28 de abril. Sucedió alrededor de las 13:30 horas en el paseo de Extremadura por un coche no identificado como policial en el que viajaba el director general de la Policía Municipal de Madrid, Pablo Enrique Rodríguez, como copiloto.
El accidente ocurrió durante el apagón que afectó a varios semáforos de la capital. La menor, que cruzaba la vía de la mano de su madre, sufrió una contusión leve en la pierna y fue atendida por los servicios del Samur en el lugar.
Numerosos testigos presenciaron el suceso y relataron al citado medio que el vehículo circulaba por el carril bus-taxi a una velocidad elevada. Al detenerse el coche tras el atropello, varios peatones increparon al conductor por la velocidad. Rodríguez, tras salir del vehículo y ver a testigos grabando con sus móviles, regresó al interior.
Pues bien, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha rechazado, con los votos en contra de PP y Vox, la creación de una comisión de investigación sobre dicho atropello.
La propuesta fu impulsada por el PSOE y apoyada por Más Madrid. Esta buscaba esclarecer los hechos y depurar responsabilidades tras una gestión marcada por la opacidad y la falta de transparencia, según denuncian la familia de la menor y los partidos de la oposición.
El atestado policial sostiene que “la menor cayó y chocó contra el vehículo”, pero la familia y testigos aseguran que fue embestida por el coche, que circulaba a velocidad inadecuada, y denuncian que no se practicó el control de alcoholemia al conductor ni se retuvo el vehículo para una inspección, incumpliendo los protocolos básicos de actuación.
El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha respaldado al director policial y ha calificado el atropello de “incidente de tráfico”. Por su parte, La familia de la menor ha anunciado que denunciará penalmente al Ayuntamiento por atropello.
