Introducción
Hemos expresado en innumerables ocasiones que las formaciones políticas en los sistemas capitalistas son empresas altamente apoyadas con dinero público, según los resultados electorales. También hemos señalado que sus dirigentes no son otra cosa que gerentes de dichas empresas.
Finalmente, estas empresas-partidos actúan tal y como suele hacerlo cualquier empresa capitalista. Cuando los ingresos se merman, los gerentes no tienen ningún miramiento para deshacerse de la parte de la plantilla; y además suelen hacer al más puro estilo capitalista.
Como se sabe, en las recientes elecciones, algunas formaciones políticas (léase: empresas) obtuvieron resultados bastante malos, lo que implica una merma importante de sus ingresos de dinero (público). Una de ellas es Podemos.
Este hecho ha provocado que la formación morada haya decidido reducir su plantilla de manera considerable.
La noticia
Podemos abre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implicará el despido de más de la mitad de la plantilla y el cierre de nueve federaciones tras los malos resultados del 28 de mayo, donde pasó a ser testimonial y desapareció del mapa en cinco comunidades. El partido justifica esta reestructuración por una fuerte caída de ingresos, que cifran en el 90% a nivel autonómico y el 70% a nivel estatal, al obtener cinco diputados en las elecciones generales del pasado 23 de julio dentro de la coalición Sumar, que logró un total de 31 escaños.
La formación ha remitido un escrito a los trabajadores afectados -de la organización central y de nueve federaciones- donde anuncia una “profunda reorganización en todos los ámbitos para adecuarnos al descenso de recursos” tras los resultados del último ciclo electoral, con “el descenso de diputados” y “la desaparición, total o parcial de ingresos” en estos nueve territorios. Un “nuevo escenario”, justifica la formación, que necesita de importantes reajustes para mantener el “firme objetivo de asegurar la acción política de Podemos y garantizar el avance de las políticas transformadoras”.
Las federaciones que sufrirán los despidos son Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia, donde se prevé “la extinción de los contratos y el cierre de los centros de trabajo”.
La coletilla
Dicen que necesitan de importantes reajustes para mantener el “firme objetivo de asegurar la acción política de Podemos y garantizar el avance de las políticas transformadoras”. Lo de “garantizar el avance de las políticas transformadoras”, evidentemente, es un chiste malo.