A través de una nota dirigida a los ciudadanos alemanes, el economista jefe de ING Alemania, Carsten Brzeski, ha expresado ayer: “Tomó un par de revisiones estadísticas, pero al final del día, la economía alemana en realidad hizo este invierno lo que ya habíamos temido desde el verano pasado”.
Según datos definitivos publicados ayer jueves por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), la economía alemana se contrajo un 0,3 % en el primer trimestre del año en curso, por lo que entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.
Esas cifras corrigen las provisionales anteriormente difundidas por ese departamento, que apuntaban a un estancamiento del PIB entre enero y marzo de 2023, después de la caída del 0,5 % que se había registrado en el último trimestre de 2022.
Y se supone que Alemania es la brújula económica de Europa.