Los soldados del régimen de Tel Aviv sellaron con cemento seis pozos, bloqueando el suministro de agua para la subsistencia y el desarrollo de la agricultura en la región. Los afectados denuncian que Israel no les avisó con antelación ni les presentaron algún documento que ampare la medida.
Los agricultores afectados aseguran que, cerrando el acceso al agua, Israel busca que los palestinos abandonen sus tierras.
Uno de ellos expresó de esta manera: “Durante 12 años hemos estado trabajando en la agricultura como fuente de sustento, y cubrimos parte de la necesidad del mercado local en verduras, como tomates, calabazas y pepinos. El ejército nos cerró dos pozos”.