BBVA quiere comprar Banco Sabadell, y esta operación, aún pendiente de la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), podría cambiar cómo los españoles interactúan con sus bancos. Si se aprueba, BBVA y Sabadell se convertirán en un único gigante bancario, reduciendo así aún más la competencia en el sector bancario. Para muchas personas, la fusión podría suponer el cierre de sucursales en barrios o pueblos, donde estos servicios son esenciales. Además, podrían enfrentarse a comisiones más altas o a mayores barreras para acceder a préstamos y créditos, herramientas clave para llegar a fin de mes. Los sindicatos también advierten que esta operación podría implicar miles de despidos en el sector.
En España, el número de bancos ha disminuido drásticamente en los últimos 15 años. Antes de la crisis de 2008, había más de 50 entidades bancarias; hoy, el sector está mayormente copado por grandes grupos como Santander, CaixaBank o BBVA. Muchas cajas de ahorro y bancos pequeños desaparecieron o fueron absorbidos por otros más grandes. Esto ha supuesto menos competencia y, en muchos casos, servicios más caros o limitados, afectando a familias trabajadoras.
Los números respaldan esta tendencia hacia la concentración bancaria. Actualmente, los cinco bancos más grandes del país controlan casi el 70% de todos los activos financieros, un porcentaje mucho más alto que en Alemania (33%) o Francia (45%). Además, España tiene uno de los índices más altos de concentración bancaria en Europa, según datos del Banco Central Europeo. Si se permite la fusión entre BBVA y Sabadell, este dominio podría aumentar hasta un 80% de todo el mercado bancario.
