Los ex-diputados de la CUP David Fernández y Quim Arrufat fueron espiados por la Guardia Civil entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 en la investigación por terrorismo contra el Tsunami Democrático abierta por la Audiencia española, según consta en el sumario de la causa al que ha tenido acceso VilaWeb< a e=10>. Durante ese tiempo tuvieron pinchados los teléfonos y les intervinieron unas cuantas conversaciones telefónicas, algunas de carácter personal, con la autorización del magistrado Alejandro AbascalManuel García-Castellón en el juzgado central número 6 de la Audiencia. Y no sólo eso: en el caso de David Fernández, el juez llegó a autorizar que fuera espiado con un software del que no se llama el nombre pero que tiene las mismas características técnicas que Pegasus. Según los informes de la Guardia Civil, no salieron adelante “por razones técnicas ajenas a la investigación”, aunque el informe de Citizen Lab sobre el Catalangate indica que Fernández no fue infectado con Pegasus, pero era un objetivo . Y las escuchas telefónicas continuaron, e intervinieron más conversaciones privadas. El motivo: que tanto él como Arrufat eran sospechosos de ser ideólogos y coordinadores del Tsunami.
Para llegar a esta conclusión la Guardia Civil se basaba, en el informe del 16 de diciembre de 2019, sobre todo en que ambos eran muy activos en las redes y en las calles apoyando las acciones que d desde el 14 de octubre de ese año había convocado al Tsunami como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo español contra los dirigentes políticos y sociales del proceso. Y al hecho de que tenían muchos seguidores en la red y mucha capacidad de influencia. Es el mismo razonamiento que les llevó a espiar, con pinchazos telefónicos y la intervención de casi doscientas conversaciones de todo tipo, el ex-diputado de Podemos Albano-Dante Fachin, junto con Marta Sibina, creadores e impulsores de la plataforma Octuvre.
Capturas de pitos y declaraciones
Además, en el caso de David Fernández, la Guardia Civil decía que debía ser un ideólogo de Tsunami porque «ya en noviembre de 2014 utilizaba el concepto de Tsunami Democrático a propósito de la primera consulta ilegal del 9-N» y que expresaba el apoyo público a Jordi Cuixart en el juicio contra el proceso en febrero del 2019 con los piados: “Tsunami democrático siempre” y “¿cómo se detiene un tsunami?”. Y vinculaban estas expresiones de hacía tiempo con que Fernández participó de forma muy activa en las movilizaciones del Tsunami.
Encontraban destacable que acudiera a una concentración en la plaza de Catalunya y en la marcha hacia el aeropuerto, y como prueba, para demostrarlo, incluían en el informe capturas de pantalla de pios de David Fernández con fotografías de las protestas. Y presentaban como evidencia que repudiara pitos del Tsunami, que se hiciese eco de diversas acciones de protesta: como la de ante la delegación del gobierno español para impedir que accediera Pedro Sánchez; la del día de reflexión de las elecciones españolas del 9 de noviembre, la protesta en la AP-7 en Pertús con el bloqueo de la frontera, sobre el posible boicot del Barça-Madrid en el Camp Nou… Y enfatizando siempre que tenía un gran número de seguidores en Twitter y que esto le daba mucha visibilidad.
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