Comunicado sobre la constitución de la mesa del Congreso español, aprobada por los partidos independentistas
La Assemblea Nacional Catalana tiene como único objetivo el logro de la independencia de Catalunya. Entendemos que éste es también el objetivo de los partidos independentistas que han obtenido representación en el Congreso de los Diputados del Estado español.
Es desde esta perspectiva que en la Asamblea planteamos de entrada los peligros de perder de vista el objetivo de la independencia para definir la postura útil y eficaz de los partidos, con los que compartimos objetivo, para afrontar las decisiones que tendrán que tomar respecto a su papel institucional con el Estado.
Creemos, tal y como hemos expuesto reiteradamente, que sólo el bloqueo de las instituciones españolas puede precipitar la quiebra del Estado y abocar a los partidos españoles a la necesidad de resolver el conflicto catalán si quieren gobernar. Entendemos el bloqueo como una estrategia para conseguir la independencia , y no como una finalidad en sí misma o una táctica para conseguir un mejor posicionamiento de los partidos en la partida estatal. Lo entendemos con los ojos puestos en Cataluña, y no desde la mirada hacia el estado: entrar en dinámicas estatales de ejes derecha-izquierda no nos ha servido nunca , y ahora no será una excepción, para hacer efectivo el mandato del referéndum de independencia del Primero de Octubre . Éste debería ser el punto de partida.
Facilitar la constitución de la mesa activamente es entrar en el juego de quien nos quiere súbditos, y ésta no es, a juicio de la Asamblea, la estrategia que nos llevará a la constitución del Estado catalán.
Facilitar la constitución de la mesa a cambio de prebendas institucionales, como la constitución de grupo propio de los partidos independentistas, es primar la táctica partidista haciéndola pasar por encima de los intereses y necesidades de la nación . No es en ningún caso una opción con suficiente calado político como para evidenciar el conflicto con Catalunya ni es una opción que genere la necesidad de resolverlo. Las comisiones de investigación (que pueden alargarse sine die ) o la promesa de poder hablar catalán en las instituciones españolas y en la Unión Europea no son una opción creíble por parte del Estado español, que incumple sistemáticamente cualquier compromiso. Y sobre todo rebajan a mínimos democráticos las expectativas que los partidos independentistas nos habían planteado: la confrontación para alcanzar la independencia, no para blanquear al Estado. El blanqueo del Estado frente a Europa es lo que se consigue con estos pactos de rebaja.
Cualquier pacto con el partido que quiera gobernar el Estado sólo podría ser asumible como resultado del reconocimiento explícito de que el referéndum de independencia fue el acto de soberanía que valida Cataluña como sujeto político en conflicto con el Estado , y participar en la constitución de la mesa sin reconocimiento implica la sumisión al Estado español con el juramento de la constitución, con el vasallaje al rey…
Desde la Asamblea no creemos que con estas premisas se pueda desarrollar una estrategia de embate con el Estado , con garantías para conseguir nuestro objetivo.
Sólo la garantía del reconocimiento de Cataluña como nación soberana que reclama el reconocimiento a convertirse en Estado puede ejercer la fuerza necesaria para encarar el conflicto con garantías de éxito.
(Recordemos que la ANC promovió la abstención el pasado 23J y Cataluña fue, de lejos, la comunidad con menos participación en el Estado).