Actualmente ni guardia civil ni policía nacional españolas son necesarias para asegurar la paz social y la obediencia al estado en Euskal Herria. Ya apenas lo son el resto de policías autonómicas españolas que cumplían la misma función (por mucho que las intentéis blanquear), y no lo son porque el ciclo de confrontación nacional se ha cerrado por completo y lo ha cerrado un gran sector de la clase media nacional vasca que se ha hecho con el control del aparato político del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), liquidándolo. Las clases medias ‘nacionales’ vascas han entrado de lleno en un nuevo ciclo político que tiene a la base un pacto nacional de los grandes partidos nacionalistas vascos con la monarquía española y su marco estatal, un pacto que asegura la estabilidad político institucional y blinda la paz social. Una vez pacificado el territorio no hace falta ninguna fuerza de ocupación y su presencia es puramente testimonial.
Ahora bien, lo que si que cumplen a rajatabla hoy por hoy todos estos cuerpos represivos es la función represiva de clase, de violencia directa disciplinadora contra el proletariado, contra el pobre, contra las personas migrantes, y de persecución y vigilancia política de todos los colectivos y organizaciones de clase que siguen teniendo planteamientos de lucha de clases en todo el estado.
Los que escribís pensando que estáis en una ‘trinchera nacional’ deberíais de salir un poco de casa y daros de frente con la realidad: en Euskal Herria hoy no hace falta ninguna represión para asegurar la asimilación nacional porque nadie está dispuesto a hacer nada, sólo dar pena en las redes sociales contra la juventud trabajadora que se organiza, aleccionando a los chavales desde vuestro smartphone con batallitas y reflexiones basadas en la mitología de vuestra difunta parroquia, una parroquia que vosotros mismos habéis llevado a la tumba política y organizativa, y de cuya defunción sois los únicos responsables.
Ahora sólo falta que a la nueva generación que habéis dejado con el culo al aire sin herramientas de lucha ante la ofensiva de clase a todos los niveles, encima le vengáis a tachar de liquidacionismo y a responsabilizar de desmontar nada. Hace falta ser sinvergüenzas.
Que la gente que anda ahora en ospa defiende ahora el principio del bolchevismo de que los cuerpos represivos de la burguesía deben ser disueltos, y no simplemente movidos de sitio para que infiltren y ostien a otros, es un paso adelante en conciencia política, y todos los que estáis intentando negar ese principio de clase dejáis muy claro en que lado de la trinchera estáis en los conflictos que vienen las siguientes décadas. Podéis articular esos principios burgueses en toda la mitología rupturista nacional que queráis.
No entro en valorar los hechos, sólo la falsedad de vuestro discurso, porque si me pongo a valorar hechos (aumento de la financiación policial, homenajes institucionales, legislación que aumenta la impunidad policial, etc.) tenemos para rato.
No tenéis honestidad ni vergüenza.