Como todo partido burgués, el PNV siempre ha buscado ostentar el monopolio de la violencia para ejercerla brutalmente contra la población trabajadora vasca. Es bajo ese concepto de partido corrupto y violento donde hay que situar el hipócrita discurso pacifista de Pradales.
Cualquier trabajador en huelga por sus condiciones laborales, cualquier estudiante que proteste, cualquier colectivo que se manifieste, cualquier persona migrante que intente sobrevivir, todos estos y muchos más están en el punto de mira del PNV y el terrorismo policial.
Para eso tiene a sus grupos armados uniformados, extremadamente violentos, legitimados por aparatos judiciales y mediáticos del estado, que mutilan impunemente ojos, testículos o asesinan a sangre fría en las calles vascas. Grandes organizaciones violentas, fuertemente armadas, ampliamente compuestas por individuos de ideología fascista, racista, homófoba, machista, y sobre todo clasista, ellos son el principal problema de seguridad en nuestras calles. Los mismos que observan detrás de las miles de cámaras, los mismos que desahucian a a miles, los mismos que apalizan en comisarias. ¿Dónde queda todo esto en tus discursos hipócritas, sr. Pradales? ¿Dónde queda vuestra violencia, esa que tenemos que soportar la mayoría social del país, cada vez que intentamos manifestarnos, celebrar, o incluso simplemente habitar?
Pero quiero hacer un llamamiento a la reflexión. Estas imágenes de la cipayada cargando y deteniendo a la juventud trabajadora de Gasteiz son consecuencia directa de la estúpida decisión de ciertos colectivos de hacer de las txoznas un espacio de exclusión al diferente.
¿Estas son las imágenes que quieren Jardun y la Izquierda Abertzale? Porque es la ertzaintza y la policía municipal quienes se van a encargar de ejecutar violentamente el veto impuesto contra el MS por estos grupos, y aquí no vale limpiarse las manos como poncio pilatos.
Hay una misma lógica en la asamblea que veta el uso del espacio público y la policía que ejecuta la prohibición de uso del espacio público. Más si cabe cuando a nivel de calle sólo la policía, y no estos grupos, puede hacer efectivo el escandaloso veto al MS.
La consecuencia, por el momento, 4 detenidos y varios identificados y heridos por la policía.
La situación no puede ser más lamentable.
ATXILOTUAK ASKATU!
BETO POLITIKORIK EZ!
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