Es muy sintomático que tras la presentación de Euskal Herriko Kontseilu Sozialista (EHKS), el principal interrogante para los medios es si se presentará o no a las ‘elecciones’ burguesas. Sintomático de la forma general de enfocar la actividad política que se ha instalado en la mentalidad de la gente, y controlado por las entidades financieras y las grandes multinacionales, más aún hoy mediante el endeudamiento exponencial y la ingeniería financiera.
Para las organizaciones comunistas, y en particular para EHKS, la idea de la actividad política consiste en algo muy distinto.
Nosotros estamos convencidos de que el proletariado, la clase socialmente mayoritaria, que está siendo blanco de todos los recortes de derechos económicos, políticos y sociales, sólo puede tener capacidad de acción independiente desde el modelo de la militancia, es decir, como partido disciplinado y organizado con fuerza de masas, capaz de imponer su programa socialista y democrático en todos los ámbitos de la vida social mediante la lucha de clases revolucionaria, justamente frente a toda la organización estatal y partidaria del capital, incluidos en ella los partidos de izquierda parlamentaria, con base ideológica burguesa y que edifican su programa sobre la aceptación de la sociedad capitalista como modelo. Todos esos partidos, que presentan a las instituciones burguesas como ‘palanca para el cambio social’, que defienden que el estado capitalista es un ‘espacio neutro’ que se puede utilizar para transformar la sociedad, todos esos partidos que prometen emancipar a la clase trabajadora actuando en su nombre, a sueldo de los empresarios y de sus instituciones estatales, todos esos partidos, como PSOE, Sumar, EHB, Podemos, ERC, etc. junto con todas sus filiales de partido ideológicas no son más que vendehumos y portavoces del Capital, y por extensión instrumento del Capital para eternizarse y seguir aplicando su actual agenda sin oposición real.
Estos partidos son agentes y apologetas ideológicos de la política burguesa, educan a la clase trabajadora en la desmovilización y la sumisión, y difunden la ideología capitalista haciendo ver al Capital, la desigualdad económica y el régimen de salario como eternos y naturales.
El socialismo, el poder organizado de los trabajadores, lo ha sido siempre como partido ideológica y operativamente independiente frente al estado de los explotadores, y no como parte de la estructura organizativa de ese estado.
Los grandes partidos marxistas revolucionarios, que han conseguido resultados reales en la arena histórica y cuya fórmula hemos apostado por actualizar y recomponer como única alternativa política real para nuestra clase, entendían la participación en las elecciones burguesas como un espacio para la lucha ideológica.
Como otro espacio más para la agitación, para provocar/desenmascarar a esas mismas instituciones y a los partidos del Capital en ellas, para romper el statu quo cultural e ideológico de la política burguesa, hoy además apuntalado por grandes medios de masas y la digitalización.
La participación para un Partido Comunista en las elecciones burguesas tiene como fundamento el desenmascarar a estas, mientras que los partidos capitalistas, de la izquierda del capital, con su participación lo que hacen es apología de ellas, enmascarando su raíz de dominación.
Por supuesto que en ese sentido sería irresponsable por parte de EHKS caer en la postura izquierdista y aislacionista de negarse a dar la batalla ideológica en todos los frentes, y por lo tanto, llegado el momento, la opción de la participación electoral es una opción lógica.
Es ese el sentido en el que hay que interpretar nuestra respuesta a la estos días tan repetida pregunta sobre la posible participación electoral de EHKS o el MS en futuras elecciones burguesas.
EHKS no tiene la participación en las instituciones burguesas como prioridad táctica, mucho menos como elemento central para su estrategia. La preocupación mayor o menor por una posible participación electoral del MS que tienen algunos partidos, prueba la centralidad que en su modelo estratégico tiene la asimilación en el estado, del que dependen ya por completo.
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