A MÍ ME VAN A DISCULPAR…
Pero eso de catalogar entre los que aman y los que odian, en un esfuerzo capcioso de arrinconarte en el brete de las posiciones…
¡NO- ME- CUA- DRA!
Es de un estado de tal liviandad intelectual, que ya se torna peligroso.
Ese escenario panglosiano, en donde todos son «buenitos», con abracitos de aquí y sonrisitas de allá… me hace acordar cuando caían a casa los domingos, los testigos de Jehová y te dejaban unos folletitos con la imagen de leones y gacelas en una pradera, acostados juntos… felices.
Bueno: en la vida real, en menos que canta un gallo, el león se «lastra» a la gacela como un tentempié…
Pasa en la sabana africana…
Pasa en la vida…
Por lo cual no porque alguien diga que ama, implica que lo ubico en mi mismo lado de la historia.
La gran pregunta es: ¿Qué aman? ¿Qué odian? ¿Eres revolucionario o contrarrevolucionario? ¿Honras la memoria de Fidel o traes un taimado y edulcorado intento de pasar la página?
Porque como dijo Baruch Spinoza:
«Una misma cosa puede ser al mismo tiempo buena, mala, e indiferente. Por ejemplo, la música es buena para la melancolía, mala para los que están de luto, y ni buena ni mala para el sordo».
Así que no hay que comerse esa curva de que, en aras de parecer pacíficos, nos veamos mezclados con gente impresentable.
Acá hay que posicionarse desde la ética y tomar partido y sí… hay cosas que yo ODIO.
ODIO la mentira.
ODIO la traición.
ODIO a quien usa a la gente.
ODIO a quien siembra muerte, caos y desolación.
ODIO a quienes sirven a la maldad.
¿Eso me ubica en un bando contrario a Cuba?
¡DÉJENSE DE JODER!
A ver si crecemos un poquito y dejamos de comprar espejitos de colores.
Recuerden a José Martí que la supo tener bien clara a la idea:
«El amor madre a la patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas. Es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca».
Cada vez veo más cosas inconcebibles que están pasando en Cuba… al caso: espacios que se le da a cierta gente, que ni en mil vidas podrían volver al lugar de la honestidad.
LAMENTABLE.
(Del Facebook de la autora)