Contestación en Al Mayadeen a las declaraciones de la Comunidad Hebrea de Cuba contra Mariela Castro por su defensa del pueblo palestino frente al genocidio sionista de Gaza.
Un gran saludo a nuestras hermanas y hermanos palestinos que sufren estos días un brutal genocidio a manos del estado terrorista de Israel, apoyado sin fisuras por los medios occidentales y por el poder político, diplomático, económico y también mediático, del sionismo mundial.
Quería responder, brevemente, a las declaraciones de la Comunidad Hebrea de Cuba contra las sinceras y solidarias palabras de Mariela Castro, acerca de las masacres cometidas por el ejército infanticida de Israel contra el pueblo palestino.
Ya basta de mezclar deliberadamente el antisemitismo y el antisionismo. No son lo mismo ni nunca lo serán. El sionismo solo es una opción política, contraria a los valores universales de la Humanidad, que incluso fue rechazada en su día por la ONU, equiparándola con el racismo.
Esa estrategia en boca de los sionistas tiene el fin de acallar las voces que disienten de su visión política, asemejándola con el nazismo, para desacreditar a sus oponentes, cuando ellos mismos son los racistas y su actitud es absolutamente totalitaria al no admitir opiniones contrarias a las suyas.
Es necesario recordarle a la Comunidad Hebrea cubana, que la República de Cuba no reconoce la existencia del Estado de Israel, como tampoco lo hacen decenas de países a lo largo del mundo, ya que es este supuesto país es únicamente una plataforma colonial de occidente para controlar las riquezas de una zona considerada el motor del planeta, por sus riquezas en hidrocarburos.
Para los Palestinos y la mayoría de la región, también para Cuba, para pueblos del mundo los judíos del estado fallido de Israel sí que son ocupantes del Medio Oriente. Porque hay que recordar que no son un pueblo, sino personas venidas de todo el mundo, extranjeros, que profesan la religión hebrea, a veces por causa de conversiones masivas de gentes de países europeos que no tienen ninguna ligazón histórica con lo que llaman Tierra Santa.
Los judíos son sólo una religión y por tanto, no tienen derecho a ser una nación de ningún tipo. Es una aberración histórica justificar con la Biblia o la Torah (o con las películas de Hollywood) el derecho a la expulsión de millones de personas por la fuerza como hicieron los judíos con el pueblo palestino.
Siguiendo ese discurso, los musulmanes podrían reivindicar España y ocuparla expulsando a los millones de habitantes que hoy viven en ella. El pueblo gitano podrían reclamar la India como suya y decenas de pueblos podrían decir lo mismo. Esa forma de pensar es un absurdo que pondría al mundo en un estado de guerra permanente.
Los propios historiadores de Israel no reconocen la existencia de un pueblo judío, eso es una burda falsificación de la historia. Ni el Éxodo ha existido jamás ni el pueblo egipcio tuvo constancia de la existencia de los judíos. Los romanos jamás expulsaron a ningún pueblo conquistado, solo les hacían pagar impuestos. Todo es una invención para justificar la creación de un estado que jamás tuvo que haberse constituido como tal y cuyos orígenes son abiertamente ilegales.
Israel jamás ha querido la constitución de un estado palestino. De hecho, sus grupos terroristas asesinaron a los enviados de la ONU responsables de delimitar las fronteras nacionales sobre la palestina histórica. El mito de los dos estados es eso, un imposible, el nivel de ocupación judía de las tierras palestinas lo impide físicamente.
Y no llamen guerra contra Hamás a lo que es un genocidio contra todo un pueblo. ¿Acaso hay que asesinar a +5.000 niños para destruir a Hamás? Expertos militares de Israel o de EEUU han puesto en duda la efectividad de esta estrategia militar, es pura maldad y venganza, no es defensa propia.
El relato israelí de los sucesos del 7 de octubre también es absolutamente falso. Se sabe que la práctica totalidad de los muertos civiles y militares provocados ese día fueron causados por “fuego amigo” en aplicación de la doctrina Anibal del código militar, que prefiere a un israelí muerto que en manos de las milicias palestinas. Así, el Tsahal disparó sobre miembros de Hamás junto a sus cautivos hebreos con helicópteros, misiles y tanques, provocando a la vez la muerte de centenares de israelíes de forma deliberada. Hay decenas de testimonios sobre lo que sucedió ese día que no quieren que conozcamos para justificar sus matanzas.
Y no, tampoco hay escudos humanos en Gaza, ya basta de mentir. Es la zona más poblada del planeta y cualquier bomba que caiga allí asesinará a centenares de inocentes. Israel lo sabe de sobra, no hay refugios, no hay zonas seguras, no hay donde huir. El gobierno sionista cuenta con ello y asesina a inocentes para hacer desistir a las milicias de que sigan luchando. Así ha sido siempre, tanto en Palestina como el Líbano. Así lo han pedido los principales rabinos, hay que matar a los niños porque así lo dicen sus textos sagrados.
La carta del Holocausto tampoco os va a servir ahora. Los pueblos del mundo saben que los nazis de ayer son los sionistas de hoy y que el genocidio de ayer se repite hoy en Palestina contra una población indefensa.
Son los pueblos del mundo que abarrotan a millones las calles los que no permanecen en silencio ante el racismo y la extrema violencia asociadas al sionismo.
El inicio del fin de Israel comenzó en Gaza el 7 de octubre.
Os dejo también el vídeo en VK por si Youtube acaba cerrando mi canal de vídeo tras algunos avisos de censura que ya he recibido y algunos vídeos borrados: