Lo es gracias a la moción de censura llevada a cabo por EH Bildu y PSN y apoyada también por Geroa Bai y C-Z.
La alcaldesa desbancada es Cristina Ibarrola (UPN), que sólo ha ejercido de alcaldesa durante seis meses. Joseba Asiron ha contado con quince votos a favor. En contra han votado once concejales, los de UPN (9) y PP (2). EH Bildu cuenta con ocho escañoos en el pleno, el PSN con cinco, Geroa Bai con dos y C-Z con uno.
Ciertamente, parte de la derecha más rancia (UPN) ha quedado apartada del liderazgo de la capital de Nafarroa. Ahora bien, llamar a lo que ahora se pone en marcha ayuntamiento del cambio resulta excesivo.
Como tantas otras, la palabra cambio está tan prostituida que ya a cualquier cosa se le llama de esa manera. Hace tiempo que esa palabrita está en boca de “asaltadores de cielos” y otros reformistas o socialdemócratas. Y hace tiempo, también, que el cambio que tanto anunciaron nunca se produjo, pues es más que evidente que en los ayuntamientos que han gobernado lo han hecho al más puro estilo capitalista (para gobernar de otra manera, previamente habría que dar otros pasos que no están dispuestos a llevar a cabo). Con EH Bildu al frente de los consultorios ha sido más de lo mismo, incluido con Joseba Asiron en el de iruñea en su primera etapa como alcalde; ahora sucederá más de lo mismo.
UPN ha montado su bulla y la socialdemocracia contenta de que eso haya sucedido. La derecha más rancia y la socialdemocracia siempre se han retroalimentado. Es la manera que tienen de engatusar a los suyos.
Un gobierno municipal sin UPN al frente siempre será mejor, pero no es, para nada, lo que realmente se necesita. La socialdemocracia es inherente al capitalismo, y bajo este deshumanizado sistema nunca se podrá llevar a cabo un cambio real. Decir lo contrario es mostrar ignorancia o simplemente mentir.
Con EH Bildu y las fuerzas políticas que le apoyan gobernando el ayuntamiento de Iruñea, el capital continuará durmiendo tranquilo.