Las elecciones legislativas griegas de hoy confirman algunas tendencias europeas. Primero, la abstención, del 48%. Casi la mitad de los griegos con derecho a voto no han acudido a votar. Pero es que lo ha hecho casi un 10% menos que en las elecciones del pasado mayo (39% abst.).
Esto demuestra la desafección respecto a los partidos políticos en general que existe en el Estado que más sufrió los recortes sociales durante la crisis del euro. También tiene mucho que ver el que esta repetición electoral sea percibida como innecesaria.
La segunda tendencia europea, es que allí dónde gobierna la izquierda socialdemócrata radical o clásica deja un legado de derechización de la sociedad. Hoy en Grecia consigue la mayoría absoluta un partido de las características del PP.
Pero entran tres partidos de ultraderecha y ultranacionalistas, uno directamente heredero del neonazi Amanecer Dorado. No pueden causarse correlaciones simples, pero es una evidencia que la izquierda gobernante está dando paso a una derechización de las sociedades que gobierna.