Se trata de Juan Mari Mendizábal, que entre 1994 y 2005 agredió sexualmente a tres menores. Fue en 2016 cuando la Iglesia le destituyó, por esos casos, a quien entonces era vicario general de Gipuzkoa.
Mendizábal cometió sus agresiones en 1994, 2001 y 2005. Presentadas las acusaciones, no fue juzgado por la justicia ordinaria, como el común de los mortales. Tan despreciable individuo fue sometido a un juicio canónico por parte de la Iglesia. Tras admitir las agresiones, fue destituido de sus cargos.
Pero sucede que ahora se ha producido un cambio harto significativo: Juan Mari Mendizábal ha sido designado para trabajar como vicario en Beasain (Gipuzkoa). Se confirma por enésima vez lo que ya se sabía: que la Iglesia goza de insultante impunidad.
Para denunciar tamaña aberración, la Organización Socialista de Mujeres ITAIA (Movimiento Socialista) se ha concentrado hoy, pasadas las 12:30, en la plaza Bideluze de la localidad gipuzkoana de Beasain. La intensa lluvia caída durante toda la mañana no ha sido impedimento para que un nutrido grupo de personas haya secundado la convocatoria.
(Texto y fotografías: insurgente.org)