Más de 1.000 personas se encuentran desaparecidas bajo los escombros de edificios destruidos por los ataques aéreos israelíes en Gaza, asegura el equipo de defensa civil palestino. Entretanto, el último balance entregado por el Ejército israelí señala que al menos 199 personas están secuestradas por Hamás y otras milicias en el enclave palestino. La tensión aumenta cuando se avecina una posible incursión terrestre de las tropas israelíes, mientras miles intentan resguardarse en el sur del bloqueado territorio. Estados Unidos aseguró que entre las casi 200 personas podría haber ciudadanos estadounidenses y más extranjeros.
El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Mediterráneo Oriental, Ahmed Al-Mandhari, aseguró que “solo quedan 24 horas de agua, electricidad y combustible» en la Franja de Gaza antes de que se produzca «una verdadera catástrofe». Al-Mandhari también afirmó que es “necesario” que se permita que Gaza reciba convoyes de ayuda humanitaria que actualmente están atascados en el cruce fronterizo de Rafah con Egipto. Si la asistencia no llega, los médicos tendrán que «preparar certificados de defunción para sus pacientes», añadió el funcionario de la entidad de la ONU.