Comunista e integrante del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELNB) la Guerrilla comandada por Ernesto Che Guevara, Inti Peredo fue uno de los cinco guerrilleros que consiguió romper el cerco del ejército enemigo (el boliviano, al servicio del imperialismo yanqui).
Inti nunca abandonó la lucha. En palabras de Anna Elena Recacoechea, compañera de luchas y madre de su primer hijo, Inti “murió cuando estaba preparando la segunda guerrilla en las selvas de mi tierra boliviana […] Él se entregó en cuerpo y alma a organizar un nuevo frente guerrillero, tal como había prometido, luego de la dolorosa muerte del Che. Claro, lo hizo en la más absoluta clandestinidad y eran muy pocos los que sabían dónde estaba cuando lo fueron a buscar”.
Anna Elena Recacoechea continúa diciendo: “Si, la prensa reaccionaria publicó que fueron solo 12 ó 13 automóviles los utilizados por la Policía y el Ejército que rodearon la casa donde Inti se protegía, pero en verdad los cuerpos represivos llevaron al lugar varios camiones repletos de militares armados hasta los dientes: 150 fieras contra un hombre, 150 contra uno solo”.
“Resistió el ataque durante una hora y solo pudieron capturarlo vivo, porque su pistola Browning se le quedó sin balas, su fusil M-1 se le encasquilló, y la granada que él se proponía guardar para volar junto a sus captores antes de caer en poder del enemigo, alguno de los traidores se la llevó de la casa sin que él se percatara del hecho”.
“Quiero insistir en que lo sacaron vivo, herido de bala, y que pudieron haberlo salvado, operándolo, pero no recibió alguna atención médica. Al contrario, lo llevaron enseguida para un campo de concentración de los que crearon cuando Hugo Banzer estuvo en el gobierno, de esos que ayudó a construir el nazi Klaus Barbie en La Paz, ubicado en Achocalla”.
“Salvajemente lo torturó Toto Quintanilla. El mismo que le mandó a cortar las manos al cadáver del Che. Lo golpeó de modo brutal y con un culatazo de su fusil le destrozó la columna cervical. Después lo presentaron a la prensa como muerto en combate, pero fueron claras las señales de las brutales torturas a que fue sometido, porque no habló ni una sola palabra. Querían saber, por supuesto, quiénes formaban parte del grupo que se alzaría de nuevo en las montañas”.
“Solo me tranquiliza pensar que fue un hombre del Che, que no traicionó nunca a su jefe ni a su pueblo, y que cada vez que se diga Inti, como en quechua significa Sol, me parecerá que se dirá: el Sol sigue alumbrando la lucha”.
A continuación, información de EcuRed:
INTI PEREDO
Nació en la ciudad de Cochabamba, el 30 de abril de 1938. Era el segundo hijo del matrimonio entre Rómulo Arano Peredo, profesor, periodista y exsenador de la república, y Selvira Leigue Llanos, mujer de amplia cultura. Tuvo cinco hermanos: Antonio, el primogénito; Roberto, Coco en la guerrilla del Che; Emma Olga y Osvaldo, el benjamín, a quien llamaban Chato.
Según los recuerdos de la familia, el padre le apodó Inti, cuyo significado en quechua es sol, porque en una novela escrita por aquel así se llamaba un personaje que tenía el temperamento fuerte y rebelde de Guido.
El exilio de su padre, tras el derrocamiento del gobierno de Gualberto Villarroel en 1946, dejó desprotegida a la familia. La madre tuvo que contratarse como mecanógrafa. Aún adolescentes, Inti y Coco abandonaron las aulas y se dedicaron a la labranza en medio de la selva. Sembraban arroz, yuca y plátanos, que vendían en el mercado. Se alimentaban fundamentalmente de los productos de la caza. Luego trabajaron en los lavaderos de oro de Tipuani.
ACTIVIDAD POLÍTICA
Desde muy joven ingresó en la Juventud Comunista Boliviana y pronto comenzó a militar en las filas del Partido Comunista Boliviano, en el cual se destacó por ser uno de sus cuadros más abnegados y valientes. Por su actividad revolucionaria, fue encarcelado varias veces. En agosto de 1962, viajó a la Unión Soviética a seguir un curso político, regresando en mayo del siguiente año. Fue primer secretario del Comité Regional de La Paz y miembro del Comité Central del PCB, electo en su II Congreso Nacional, en 1964.
Al igual que su hermano Coco, participó en tareas de apoyo a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) del Perú. También prestó su ayuda en la organización del Ejército Guerrillero del Pueblo, encabezado por el periodista Jorge Ricardo Masetti, el cual operó durante 1963 en la provincia de Salta, en el norte de Argentina.
GUERRILLA DEL CHE
Formó parte del segundo grupo de bolivianos que se entrenaron en Cuba en 1966 y se unió a la guerrilla del Che el 27 de noviembre de ese mismo año. Ese día el Che consignó en su Diario la llegada de “otro boliviano, Inti, también a quedarse”. Quince días después señalaba su nombramiento como uno de los comisarios del naciente Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN). Más de 80 referencias en ese texto destacan las condiciones políticas y revolucionarias del joven comunista. La impresión que le causó el Che se perpetuó en la mente de Inti.
«Me golpearon varias reacciones: turbación por el respeto que le tenía (y mantendré siempre), emoción profunda, orgullo de estrecharle la mano, y una satisfacción difícil de describir al saber con absoluta seguridad que en ese momento me convertía en uno de los soldados del ejército que dirigía el más famoso comandante guerrillero (…) Al poco rato, Pombo me entregó una carabina M-2 (mi primera arma) y el equipo de combatiente. Sin embargo, esa anoche comenzó mi vida de revolucionario verdadero».
Fue uno de los guerrilleros más sobresalientes como comisario político y jefe militar. A finales de febrero el Guerrillero Heroico subrayaría que era ejemplo en todo tipo de labores. Tres meses después, al evaluar su actitud, escribiría:
«Muy bueno, mantiene el espíritu a pesar de su endeble constitución física, es ejemplo y ha pasado por la doble prueba del sacrificio y el combate a entera satisfacción».
En agosto afirmaría que despuntaba cada vez más firmemente como un cuadro político y militar
Inti Peredo fue uno de los 5 supervivientes de la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre de 1967. Eludió con estos el cerco militar tendido por el ejército, y logró la protección campesina, gracias a lo cual salvó su vida.
Se dirigió, junto con Urbano, a la ciudad de Santa Cruz y luego, por avión, a Cochabamba, donde tomó contacto con el PCB a través de su suegro, el escritor Jesús Lara, lo que permitió organizar el rescate de los tres guerrilleros restantes. Establecido clandestinamente en la ciudad, hizo el juramento de seguir la lucha armada, firmó el manifiesto Volveremos a la montaña y se propuso reorganizar el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia.
Entra en Bolivia, desde Chile, en mayo de 1969. Dos meses después su mensaje al pueblo conmocionó a la opinión pública del país. El gobierno desató una brutal persecución contra él. Inti se propuso reorganizar el ELN y reiniciar la lucha armada. Al periodista chileno Augusto Olivares (caído en combate, años después, en el Palacio de la Moneda, al enfrentarse al golpe militar fascista de Augusto Pinochet), a quien concedió una entrevista periodística en julio de 1969, le aclaró que no iba a formar una nueva organización:
«Somos los soldados que tomamos ejemplo y seguimos las experiencias que legó uno de los más grandes estrategos de la lucha armada en el mundo […] Tuvimos la mala fortuna de perder a uno de los mejores hombres que ha producido nuestra América, pero la lucha a la que él dedicó su vida no ha terminado. Por el contrario está en pie y la memoria suya se ha fortalecido. Me entero que en todos los lugares del mundo se toma el nombre del Comandante para encabezar movimientos de rebeldía. Hemos perdido una batalla pero la guerra continúa porque los que luchamos junto al Che no aceptamos la rendición».
El 4 de septiembre, un nuevo comunicado provocó similar impacto. Subrayaba en su último manifiesto al pueblo boliviano, dado a conocer cinco días antes de su caída:
«El camino es largo y lleno de sacrificios. Estamos dispuestos a entregar nuestra modesta cuota, lo único que tenemos, la vida, para lograr la libertad de Bolivia y América Latina y la felicidad de nuestro pueblo. Tenemos fe en el triunfo final, porque detrás nuestro avanza pujante un pueblo»
DETENCIÓN Y ASESINATO
Víctima de una delación, Inti fue detectado por los esbirros del gobierno en una casa de seguridad, en La Paz. En la madrugada del 9 de septiembre de 1969, un grupo de fuerzas combinadas rodeó la casa donde se refugiaba; los asaltantes abrieron fuego desde todos los ángulos. En el interior de la habitación, Inti intentó defenderse con un revólver que se le encasquilló. Herido y apresado, fue torturado y asesinado ese mismo día.
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Homenaje de Víctor Jara a Inti Peredo: