La ofensiva capitalista contra el proletariado no cesa, y el deleznable trabajo de los uniformados que obedecen a sus parásitas necesidades tampoco.
En este caso concreto, sucedió anoche en Lleida. En esta ciudad catalana la Unidad Polivalente Operativa (UPO) de la Guardia Urbana reprimió el intento de desahucio ilegal. La policía agredió y detuvo a dos militantes de la PAH de Lleida, uno de ellos militante socialista.
La UPO se presentó en un bloque de pisos donde llevan semanas viviendo varias familias de la PAH, momento en el que detuvieron a los mencionados militantes. La violencia que ejercieron los uniformados provocó que tuvieran que ser trasladados al hospital; posteriormente fueron llevados a la comisaría de la Guardia Urbana, donde han pasado la noche.
Según la información facilitada, la Guardia Urbana levantó hace unas semanas acta para denunciar que estos pisos estaban ocupados; de este modo comenzó el proceso judicial pertinente. Semanas después, esta policía, a través de la UPO, decidió actuar de forma totalmente ilegal, saltándose, los pasos que ellos mismos iniciaron semanas atrás. Nada que sorprenda, ya que este cuerpo policial había entrado varias veces de forma ilegal en el bloque Sárraga de la PAH de Lleida.
Cabe subrayar que, después de su siniestra intervención, los pisos no fueron desalojados, ya que, una vez dentro y al ver que las familias llevaban meses viviendo, la Guardia Urbana tuvo que marcharse.
Para hoy se ha convocado una concentración ante las dependencias de la Guardia Urbana para apoyar y exigir la libertad de los detenidos.
Este es el enésimo episodio de cómo el Estado reprime para asegurar que los intereses de los propietarios se mantengan intactos. Con su represión trata de desmovilizar e impedir que la organización se desarrolle de manera independiente, al margen de sus podridas instituciones.