El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, para hacer una declaración institucional. El buen tono, la cordialidad, y las simpatías mutuas se ponen, una vez más, de manifiesto entre el gobierno español (PSOE/Sumar) y el reino de Marruecos.
El gobierno progre ha acentuado las relaciones con la dictadura alauita de Marruecos en detrimento de la población saharaui. Este apoyo del presidente, Pedro Sánchez, al reconocer en 2022 como planes legítimos el dominio del territorio saharaui (que ellos llama autonomistas) es un cambio fundamental en la tradicional política hacia el Sahara occidental y el Frente Polisario.