Tras la jornada electoral del 23J y la llamada a participar masivamente que se ha venido haciendo durante toda la campaña al “voto útil” para “frenar a la derecha” y evitar “un retroceso en derechos y libertades” por la izquierda parlamentaria, el 24J amanecía con una noticia que, escondida entre el bullicio de los posibles pactos y acuerdos que dejan los resultados en las urnas, poco tiene que ver con frenar a la ultraderecha y mucho con alimentarla.
El ministerio de defensa confirmaba este mismo lunes 24 de julio la salida de una nueva remesa de Leopards, ambulancias, vehículos TOAs, camiones y distintos tipos de munición rumbo a Ucrania[1] para armar y colaborar con el ejército ucraniano.
Los partidos que forman el gobierno “más progresista de la historia”, que celebraban la derrota de las elecciones y se vitoreaban como la resistencia entre gritos de “¡No pasarán!”[2] son al mismo tiempo colaboradores directos del ejército ucraniano en el que, no es un secreto, se encuadran grupos paramilitares con ideología neonazi, como es el caso del Batallón Azov[3].
Así pues esto que pareciera una contradicción no lo es para PSOE-SUMAR, ya que necesitan a VOX (que sólo juega el rol de ser la pata derecha del sistema) para operar tranquilamente en estado de «paz social».
[1] https://www.defensa.gob.es/gabinete/notasPrensa/2023/07/DGC-230724-material-ucrania.html
[2] https://www.eldiario.es/politica/psoe-pp-disputan-primera-plaza-43-escrutado_1_10401533.html
[3] https://www.publico.es/internacional/batallon-azov-grupo-paramilitar-nazi-integrado-ejercito-ucrania.html