Ha sido hoy mismo, 31 de marzo, cuando el Tribunal Correccional de París ha dictado sentencia contra Marine Le Pen, líder del grupo parlamentario de extrema derecha Agrupación Nacional (RN), por el desvío de fondos públicos del Parlamento Europeo hacia su formación política o, lo que es lo mismo, aunque se haya utilizado el eufemismo de “desvío”, por robar dichos fondos.
A Le Pen se le ha condenado a cinco años de prisión, de los cuales tres son en suspenso, cinco años de inhabilitación para cargos públicos con ejecución provisional y una multa de 300.000 euros. La líder ultraderechista no ha sido la única afectada, ya que otros ocho eurodiputados y doce asistentes parlamentarios del partido también lo han sido.
El proceso que ahora concluye se inició el 30 de septiembre de 2024, comenzó con la investigación del uso indebido de fondos europeos entre 2004 y 2016, cuando el partido, entonces llamado Frente Nacional, destinó dinero asignado a asistentes parlamentarios en Bruselas a actividades del partido en el Estado francés.
Según reporte de France 24, la fiscalía, representada por Louise Neyton y Nicolas Barret, había solicitado estas penas en noviembre de 2024, argumentando un “sistema organizado” de malversación Entre los condenados figuran Louis Aliot, alcalde de Perpinyà, y Bruno Gollnisch, ex número dos del partido, mientras que el recién fallecido Jean-Marie Le Pen, fundador del FN, no fue juzgado en su momento por motivos de salud.
Leída por la jueza Bénédicte de Perthuis, tras un juicio de nueve semanas, la sentencia podría impedir a Marine Le Pen presentarse a las elecciones presidenciales de 2027, dado que la inhabilitación se aplica de inmediato pese a posibles apelaciones.