Las protestas han estallado después de que el joven de 17 años fuera asesinado por un policía disparándole en el pecho en un control policial, tras la interceptación de su vehículo.
El agente responsable ha afirmado en una primera audiencia que actuó “en defensa propia”. Pero mintió, porque el policía denunció un intento de atropello que no existió. Un vídeo desmiente su versión.
El Gobierno ha hecho lo de siempre: recurrir a la represión desplegando a unos 2.000 policías y gendarmes en Nanterre. Al menos 150 personas han sido detenidas durante las protestas. Mientras tanto, al ministro del Interior lo que le resulta intolerable no es el asesinato del joven de 17 años, sino, según sus palabras publicadas en su cuenta de Twitter, “una noche de violencia intolerable contra los símbolos de la República: ayuntamientos, escuelas y comisarías incendiados o atacados. 150 personas detenidas”. Así justificó las detenciones.
Darmanin también expresó: “Apoyo a los policías, gendarmes y bomberos que dan la cara con valentía. Vergüenza para los cuales no llamaron a la calma”.
El presidente del gobierno francés dijo algo muy parecido: “Las últimas horas han estado marcadas por escenas de violencia contra una comisaría, pero también contra escuelas, ayuntamientos y, por tanto, contra las instituciones y la República (…) Éstas son injustificables”.
Las protestas de esta noche no se han limitado solo a la región de París, sino que se han producido numerosos disturbios en otros distritos de ciudades como Toulouse o Lille, donde los enfrentamientos han durado varias horas.
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