En mayo supimos que un fondo buitre se había quedado con la deuda de Burguillos, un pueblo de 6.500 habitantes de la provincia de Sevilla. El fondo en cuestión se trata de KSAC Europe Investments, con sede en Luxemburgo pero perteneciente a la sociedad norteamericana King Street, que adquirió la deuda del Ayuntamiento, de 27 millones de euros, pagando siete millones a los bancos que poseían dicha deuda.
El 20 de agosto, en sesión extraordinaria, el Ayuntamiento decidió el pago de 2,5 millones de euros a este fondo buitre de Nueva York que tiene embargada a toda esta localidad, pero será solo el primer pago de muchos más que vendrán hasta devolver los 27 millones. El Consistorio ha tenido que detraer la mitad de su presupuesto anual (5 millones) para pagar la deuda a los capitalistas. Para eso sirven las instituciones políticas bajo este sistema económico.
En consecuencia, el pueblo, que ha quedado literalmente en manos del fondo de inversión, ha tenido que cancelar la obra del recinto ferial y el nuevo polideportivo para los jóvenes que estaba proyectado. La construcción de una piscina para los vecinos también ha sido paralizada y el plan de ayuda al empleo, que recién se estaba iniciando, ha sido cancelado. Se estima que la deuda no podrá ser subsanada hasta dentro de muchos años.
Sin embargo, la cantidad abonada no ha aplacado las ansias de la oligarquía; de hecho, el fondo buitre ha presentado una demanda para embargar bienes del municipio hasta que la deuda sea saldada. De modo que el Consistorio tendrá que poner a disposición de un juzgado todos los bienes patrimoniales del ayuntamiento, como solares, viviendas públicas o parcelas rústicas (incluyendo las tierras de cultivo, secano y monte que rodean a la localidad).
Ante esta situación, el actual alcalde, del PP, le echa las culpas al anterior alcalde, del PSOE, por adquirir una deuda excesiva. Y los sucesores del anterior alcalde, del PSOE, le echan la culpa al actual alcalde, del PP, por permitir que el fondo buitre embargue el pueblo. Para este circo ha quedado la “democracia” burguesa: ninguno de ellos (ni tampoco ninguno de los medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia) declara que los vecinos y los trabajadores van primero y que no hay que pagarle ni un solo euro más a un fondo mafioso, ladrón y criminal.
Lo que le ha pasado a Burguillos no es una anécdota ni una excepción. Los fondos buitres, que han llegado para desmantelar aún más el país, son los extranjeros que sobran, y no los trabajadores inmigrantes que vienen aquí a buscarse la vida, por más que quiera lavarnos la cabeza Elon Musk. Porque estos fondos representan el parasitismo inversionista y bancario hacia el que vamos: se quedarán con nuestras viviendas, con nuestros hospitales públicos, con nuestros locales, con nuestros negocios o pequeñas empresas y con nuestras pensiones… si no conformamos un frente amplio antioligárquico para justamente hacerles frente.