La crisis del régimen neonazi presidido por Zelenski es prácticamente total. La población masculina con disponibilidad para servir de carne de cañón en el ejército está bajo mínimos. Esto ha propiciado que el promedio de edad de los conscriptos actualmente sea de 43 años.
Igualmente, ha llevado al parlamento de Ucrania a adoptar un proyecto de ley que obligará a los migrantes ucranianos del sexo masculino a presentarse en las embajadas de Ucrania para poder ser movilizados. Por supuesto, muchísima gente no está dispuesta a acatar el inminente llamado.
Este hecho ha provocado la aparición de algunos lacayos para echar una mano al régimen ucraniano. Es el caso del ministro del Interior de Estonia, Lauri Laanemets. Este dijo estar dispuesto a detener a los inmigrantes ucranianos de 25 a 60 años y deportarlos a Ucrania, para que estos sean enrolados en el ejército.
Lauri Laanemets es un político socialdemócrata. De una u otra manera, la socialdemocracia casi siempre acaba siendo aliada del fascismo.