Se murió Franco (en la cama), dicen que hubo una transición y, en el colmo de la desfachatez, que fue “modélica”. Pero ni una cosa ni la otra. La transición nunca se hubo dado, porque la ruptura democrática con el franquismo brilló por su ausencia. Y lo de modélica… ¡Que no nos vengan con cuentos! Entre 1976 y 1980 la policía, la Guardia Civil y la extrema derecha asesinaron impunemente a más de cien personas, y miles de detenidos fueron salvajemente torturados.
Y de aquellos polvos estos lodos. Con el PP o el PSOE en el gobierno del capital (ambos pertenecen al llamado “Estado profundo”, los dos son partidos de derechas, a pesar de lo que dicen los socialdemócratas), el fascismo tiene barra libre en España. Existen fehacientes muestras de que, lamentablemente, esto es cierto. Ayer, sin ir más lejos, un grupo de fascistas desfiló por las calles de Madrid con total impunidad. En un país plagado de policías, resulta que por allí y en ese momento no pasó ninguno. ¿Casualidad? La respuesta la omitimos por obvia.