España se sitúa como el cuarto país con la deuda más alta de la UE y se expone a multas, sanciones y…recortes. La Comisión Europea prevé ya mecanismos de «exigencia» de cumplimiento de déficit y deuda (eufemismo de imposición de recortes públicos a un estado que nada tiene de soberano) con la aprobación esta semana del nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Desde «el gobierno del (no) cambio», ya andan reuniéndose con lo que les gusta llamar «agentes sociales», que de representantes populares tienen poco, para mejor salvar la apariencia progresista con una pata mientras con la otra genuflexionan ante el mandato de Bruselas. Porque de negarse a las imposiciones financieras y militares no se habla nunca nada. En ningún partido. Y es que los Pactos de Estabilidad y Crecimiento, en realidad, tienen poco de lo que anuncian en su nombre, pero, sobre todo, lo que no son es pactados en absoluto. Al menos entre las élites europeas y el resto del pueblo, ya que nadie nos ha preguntado nunca nuestra opinión. Tampoco si queremos pagar esas deudas (y a quién) que sobrepasan lo que producimos como país. Esas cosas prefieren que no las votemos.
Fuente: eleconomista.es