El gobierno de este país de 5,5 millones de habitantes, creado en 1993 tras la desintegración de Checoslovaquia, ha apoyado incondicionalmente al fascismo en Ucrania donando armas y abriendo las fronteras a los refugiados que huyen de la guerra.
Fico se opone a las sanciones de la UE a Rusia, cuestiona que Ucrania pueda expulsar a Rusia y quiere impedir que Ucrania entre en la OTAN.
Propone que, en lugar de enviar armas a Kiev, la UE y Estados Unidos utilicen su influencia para obligar a Rusia y Ucrania a alcanzar un acuerdo de paz de compromiso. A la UE le preocupa que Fico les preocupa pueda llevar a Eslovaquia a abandonar el rumbo impuesto por la UE y la OTAN.