El Gobierno de Eslovaquia anunció en noviembre de 2023 una prórroga indefinida de las restricciones que si bien en un principio solo afectarían al trigo, maíz, colza y semillas de girasol, se extendieron a otros productos como el azúcar de caña, o la remolacha.
Y a día de hoy lo mantiene. El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha desestimado la posibilidad de poner fin a la prohibición de importaciones agrícolas desde Ucrania, un asunto que provocó importantes protestas en el sector.
Fico ha expresado hoy durante una visita a una cooperativa en Trnava (oeste): “No nos dejaremos llevar por las tendencias y no retrocederemos en lo que respecta a las importaciones de productos agrícolas de Kiev”. Y ha añadido: “Tenemos una lista, que llamaremos de sanciones, de ciertos productos que no pretendemos importar de Ucrania.
Esta es la segunda comparecencia pública de Fico tras sufrir el atentado a mediados de mayo, que le mantuvo ingresado durante semanas. La visita la ha llevado a cabo junto al ministro de Agricultura, Richard Takac. El presidente Fico ha señalado que la cosecha de este año será menor y por tanto, debe ocuparse de “llenar los graneros”.
Según Fico, su administración trasladó al jefe de gobierno ucraniano, Denis Shmigal, que “no se puede destruir la agricultura eslovaca” y que si bien desde su Gobierno comprenden la situación, este país solo puede crear un corredor a través de su territorio para garantizar las exportaciones ucranianas.
Fico ha subrayado que cuando se trata de colocar estos productos en el mercado interno “lo rechazamos porque tenemos que proteger a los agricultores”.