SOS Racismo ha denunciado la invitación del Ayuntamiento de Pamplona a la compañía Valenciana de Alcoy para presentar un desfile de “Moros y Cristianos” en el XXV aniversario de la Casa Valenciana en Navarra por “seguir enalteciendo estas “tradiciones” que tienen un trasfondo racista y colonial,”
“Supone asumir con normalidad algo tan atroz y perverso como haber transformado en fiesta la expulsión y el exterminio físico y cultural de todo un pueblo. El desfile que recorrerá las calles centrales de la ciudad es una puesta en escena de una recopilación de estereotipos que representan a la población musulmana como enemigos vencidos, conquistados y expulsables, legitimando toda una narrativa deshumanizadora, que sigue perpetuándose hasta nuestros días”, han señalado desde la organización.
Han señalado que “es obvio señalar que las expresiones culturales autóctonas están profundamente impregnadas por las múltiples violencias estructurales que hemos ido viviendo a lo largo de los años, es cierto que evolucionan con nosotras y nosotros, pero a ritmos marcados por la parte privilegiada de la sociedad, es decir aquella a la que no se hace alusión de manera cosificada, aquella que se libra de la burla. Así que recae en la parte oprimida, la que sigue manteniendo una posición discriminada dentro de la sociedad, la lucha por la defensa del reconocimiento de sus derechos, mientras sigue siendo reducida a un elemento folclórico cosificado”.
“Es urgente cambiar la mirada sobre las tradiciones que ‘han estado ahí siempre’, que son parte de la cultura popular y que por lo tanto, deben ser aceptadas de modo acrítico y mantenidas de generación en generación. Recordemos, además, que gran parte de estos desfiles y fiestas fueron recuperadas o redotadas de valor identitario por el Franquismo que aprovechó para rehacer una narrativa “nacional” ligada al imperialismo y a los poderes religiosos y militares, así que las celebraciones “de siempre” han sido elegidas siempre por los poderes”, han denunciado.
Para SOS Racismo resulta “intolerable que se reciba con honores a un desfile cuyo origen y desarrollo bebe de fuentes del odio y la discriminación, dándole un espacio central e intentando reconvertirlo en un espectáculo de interés cultural”. “Nos indigna profundamente pero no nos sorprende, porque en esas mismas calles cada día se sigue reproduciendo el racismo estructural e institucional de múltiples formas: paradas policiales racistas, denegación de acceso al sistema de protección social, a la sanidad o a la vivienda, etc. sin que se reconozca ni mucho menos se repare. Este racismo cotidiano sigue operando desde la misma perspectiva colonial e imperialista que dio origen a este desfile, y sigue vigente en las estrategias de convivencia y planes de diversidad cultural de Ayuntamientos y Gobiernos que no parten ni proponen un cambio profundo de sistema y de narrativa que repare y que blinde los derechos de todas las personas”, han concluido.