Tras el inicio de la guerra entre las facciones palestinas e Israel el 7 de octubre, uno de los actores que ha quedado en una situación más difícil políticamente hablando es la izquierda no sionista de Israel, que incluye a partidos palestinos y judíos, entre los que destaca el PC israelí.
No sólo la policía ha buscado impedir que iniciativas conjuntas de palestinos y judíos salgan adelante y se publiciten, por ejemplo con la prohibición esta semana de un mitin conjunto organizado en Haifa por el Comité Supremo de Vigilancia del Público Árabe, un organismo que representa a los ciudadanos palestinos en Israel, con el objetivo de realizar un llamado común contra la guerra, la destrucción y la venganza, y en favor de la justicia, la razón y la humanidad, sino que se suspendió durante 45 días al parlamentario judío de Hadash, Ofer Cassif, por sus críticas a la guerra.
A pesar de esto, numerosas organizaciones buscan quebrar con el discurso guerrerista que impulsa el gobierno de Israel, en las ciudades mixtas brillan los ejemplos de las asociaciones de guardia palestinas y judías en Jaffa y Wadi Aara, o los esfuerzos de grupos como la Liga Juvenil Comunista, la Red Mesarvot y “Jóvenes contra la Dictadura”, y el Movimiento de Mujeres Democráticas de Israel por impulsar un alto al fuego y una salida política a la guerra.
En este difícil ambiente, compartimos con ustedes esta traducción a una entrevista al Secretario General del Partido Comunista de Israel (Maki), Adel Amer, publicada en hebreo en el sitio web oficial del Maki, y originalmente elaborada por “This is the way”.
¿Cuál es tu evaluación sobre la situación en Israel y el Medio Oriente?
La situación es muy compleja tanto dentro de Israel como en toda la región. Un barril de explosivos yace no sólo entre Israel y los palestinos sino a través de todo Medio Oriente. Espero que no haya una invasión terrestre de Gaza porque nadie puede predecir sus resultados, y sólo va a empeorar el problema.
La historia ha enseñado que el uso de la fuerza militar no resuelve los problemas políticos. La experiencia de Israel también muestra que, a pesar de que el ejército lleva operando intensamente durante 75 años, el pueblo palestino no ha desaparecido y su deseo por la independencia no ha disminuido.
Hay sólo un camino que los gobiernos israelíes no han probado hasta ahora, y es el del reconocimiento del derecho nacional del pueblo palestino a la autodeterminación y a un Estado propio junto al Estado de Israel.
¿Cuál es la posición del Maki en el tema de los rehenes que tiene Hamas?
Siempre hemos llamado a que la población civil sea removida del ciclo de violencia y derramamiento de sangre. Lo que pasa en la Franja de Gaza entra en esta categoría.
Condenamos de manera clara los crímenes que afectan a civiles. Tenemos tres principios: la guerra debe detenerse inmediatamente, debe llegarse a un acuerdo inmediatamente para el intercambio de prisioneros y rehenes, y debe impulsarse un diálogo con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) sobre los temas esenciales respecto a la cuestión palestina.
En la actual guerra Israel sufrió fuertes pérdidas a manos de Hamas, pero lo que ahora sucede en Gaza no es una guerra contra Hamas, es una guerra contra el pueblo palestino. La instrucción del ejército israelí para que los habitantes del norte de la Franja se desplazaran hacia el sur muestra que Israel está discutiendo con el Presidente de Egipto la posibilidad de transferir a los palestinos desde Gaza al Sinaí, en lo que sería una nueva Nakba.
En los últimos días hemos sido testigos de un retorno de la razón. En la sociedad israelí, cada vez más voces se alzan ante los crímenes cometidos en Gaza. Debemos alentar estas voces. El camino del Maki y de Hadash es uno de lucha común entre palestinos y judíos sobre la base de una real igualdad y reconocimiento de los derechos de ambos pueblos. Esta es la única forma de alcanzar una solución.
La creciente acción de las fuerzas fascistas en contra de la población árabe y las fuerzas judías de izquierda que levantan su voz contra la guerra es muy peligrosa. Continuaremos protestando contra la guerra porque es un acto moral, razonable y justo.
Los Estados Unidos tienen planes regionales y globales para lidiar con China y Rusia, y quieren crear un núcleo en el Medio Oriente contra sus competidores. Nuestras naciones no deberían pagar con la sangre de sus hijos e hijas una guerra del imperialismo estadounidense.
¿Cómo afectan los crímenes de Hamas a la lucha palestina?
La cuestión palestina es una lucha por la justicia histórica. Ahí reside la moralidad de la lucha palestina. Tan pronto como esa moralidad se ve comprometida, la justicia de la causa palestina también se ve comprometida. Ninguna organización o persona tiene el derecho de dañar esa causa: el pueblo palestino busca la independencia y no la destrucción de otros.
Inspirada desde arriba, se está extendiendo la moda de colocar ciertas etiquetas: Hamas es como el ISIS, y el pueblo palestino es como Hamas. Esta mezcla de identidades busca justificar una eventual transferencia de la población palestina y una segunda Nakba.
La dirección del pueblo palestino es la OLP, con quien Israel tiene un reconocimiento mutuo. La OLP es el único representante del pueblo palestino y es quien puede llevar adelante negociaciones, ya que es el organismo que reúne a una enorme mayoría de las organizaciones palestinas.
¿Es la solución de los dos Estados aún relevante?
Entiendo a quienes dudan de la solución de los dos Estados debido a que hay cientos o miles de colonos en Cisjordania. En mi opinión, la propuesta alternativa de un solo Estado es mala ya que sería un Estado apartheid. El pueblo judío en Israel ha establecido ya un Estado independiente, mientras el pueblo palestino ve denegado el ejercicio de su derecho a uno. La propuesta de dos Estados, Israel y Palestina, tiene el apoyo internacional y es posible a pesar de los grandes obstáculos que tiene enfrente.
¿Cuál es el papel de la izquierda estos días?
La tarea principal en este momento es salir a las calles y levantar una voz clara en contra de la guerra y a favor de una solución política. Estamos impulsando discusiones sobre este tema con las organizaciones que pertenecen al bloque anti-ocupación. Mientras antes salgamos a las calles, podremos aportar más a la campaña por la paz y un futuro de dos Estados.
Desde enero de este año cientos de miles de israelíes han salido cada semana para manifestarse contra el Golpe de Estado y contra la derecha fascista. Lo hicieron en un momento en que la caída de la democracia era una posibilidad, ahora esa caída es una realidad. La sociedad israelí está experimentando el fascismo: el amordazamiento de las voces críticas y la persecución política contra cualquiera que hable contra la guerra e incluso contra quienes demandan el regreso de los rehenes, lo muestra.
La ola de incitación de odio contra los trabajadores árabes está creciendo y cerca de sus lugares de trabajo incluso hay llamados a que sean despedidos. Tenemos en nuestro poder una lista de empleados que fueron despedidos desde instituciones educacionales y hospitales, y una de estudiantes y figuras públicas que están experimentando persecusión. Es el momento de protestar de nuevo por la democracia.
Quiero enfatizar que no hay una alternativa a la lucha común de judíos y palestinos basada en valores comunes, y muruo respeto e igualdad. Hay ya iniciativas comunes de lucha conjunta a la sombra de la guerra como las guardias conjuntas en Jaffa y Wadi Aara, o en Berhat. Estas iniciativas son esenciales para la campaña por la paz, la igualdad y la vida en común.
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