Con aplausos y vivas a la Policía recordándoles que ellos, los manifestantes, los apoyan sin reparos, Madrid vivió una horas de protestas de la extrema derecha: ante la sede del PSOE y de la U.E,
El olor a fascismo con cánticos recordando que ellos son España y que Puigdemont es un cabrón y Catalunya una dictadura comunista (?) no se hicieron esperar. El brazo en alto, el himno franquista y el insulto constante a todo lo que no fuera extrema derecha congregó a 8.000 personas en la Calle Ferraz y 1.500 ante la sede de la UE en Madrid, donde le rogaron a Ursula que interviniera con urgencia porque esto es ya Venezuela (?).