Nos dicen una y otra vez que tenemos que votar a la izquierda para que no gane la derecha, pero, con algunos matices y en esencia, en este engendro que llamamos España ambas vienen a ser más de lo mismo: agentes muy bien remunerados del gran capital, que es quien en realidad gobierna velando siempre por sus intereses.
El próximo sábado, el mencionado engendro asumirá la presidencia de la Unión Europea. Y el mismo sábado, 1 de julio, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, viajará a Kiev, la capital de Ucrania. Aquí, por supuesto, se reunirá con el presidente Volodimir Zelenski y pronunciará un discurso ante el parlamento. El propio neonazi lo ha confirmado.
Todo el mundo conoce el ininterrumpido apoyo del gobierno PSOE-UP al fascismo ucraniano (y al de Venezuela y otros lugares del mundo). Apelar al miedo de que tenemos que votar a la izquierda para que no gane la derecha el próximo 23 de julio es, cuando menos, un mal chiste muy recurrido por el progrerío.
En el Estado español, desde que se vive en “democracia” siempre ha gobernado la derecha.